Violencia laboral: Logramos la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre violencia y acoso en el mundo laboral. Representa un hito fundamental en la igualdad de género ya que traslada esos conceptos al mundo del trabajo y los integra a la legislación argentina, toda vez que se siguen dando situaciones que ponen a la mujer en un lugar de indefensión, desigualdad respecto al hombre y de avasallamiento de su dignidad e integridad porque son víctimas de acciones que les ocasionan daños físicos, psicológicos, sexuales o económicos.

ILE: Con la sanción del aborto legal y gratuito, logramos ampliar los derechos de las mujeres, postergados por décadas y garantizarle el acceso a la salud pública. Se sancionó en conjunto con el llamado “Programa de los 1000 días”, una herramienta clave por la que el Estado por primera vez se compromete a acompañar la  maternidad y los tres primeros años de vida del recién nacido.

Presupuesto: Presenté un proyecto para que desde su sanción todos los Presupuestos Nacionales que el Poder Ejecutivo presente en el Congreso Nacional, cuenten con una perspectiva integral de género. Así buscamos facilitar y promover la igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres en el acceso a las políticas públicas.

Violencia Política: Durante todo el 2020, trabajé activamente en encuentros de diputadas y funcionarias del Gobierno Nacional y especialistas en la materia para iniciar acciones de concientización sobre la violencia política, para buscar su erradicación definitiva, y que dejen de ser prácticas que están naturalizadas tras años de supremacía del género masculino en la toma de decisiones y el ejercicio de cargos en la función pública y privada.